domingo, 19 de diciembre de 2010

MEGABUS DE PEREIRA, RECORRIDO POR LA CIUDAD

Súbase al articulado del Sistema de Transporte Masivo 'MEGABÚS'

Con estos videos usted podrá hacer un pequeño recorrido por las calles de PEREIRA-RISARALDA-COLOMBIA sin afán, filas, 'estrujones' e incomodidades.





Tomado de: http://www.youtube.com/economictv1

"LA HOJA DE COCA NO MATA"

Las consideraciones de la Corte Suprema sobre la polémica pauta

Foto: Diana Sánchez
Fabiola Piñacué, quien comercializa productos elaborados a base de hoja de coca. 

“Una mañana estaba haciendo galletas cuando llegó Amaranta y me dijo: ‘Mami, que galletas tan ricas, el problema es que están hechas con la mata que mata’. Ese mismo día mi pequeña de 6 años vio a un policía y me preguntó preocupada: ‘¿Qué vamos a hacer?’. Eso me partió el alma y prometí  que iba a hacer lo que fuera para que mi hija no pensara que es un pecado su cultura”, recuerda Fabiola Piñacué, la empresaria indígena de Coca Nasa que entuteló la pauta publicitaria “La mata que mata” y a la que la Corte Suprema de Justicia le acaba de dar la razón.

La Corte modificó el fallo proferido por el Tribunal de Bogotá que negaba la tutela interpuesta por Fabiola en contra del Ministerio del Interior y de Justicia y la Dirección Nacional de Estupefacientes como promotores de la citada propaganda. Cinco días es el plazo máximo que tienen las autoridades para retirar la pauta de todos los medios de comunicación. Aunque voceros de la DNE indicaron que el comercial salió del aire desde abril.

La publicidad que escucharon por radio y vieron por televisión los colombianos durante cerca de dos años tenía de fondo la voz almibarada de una niña que relacionaba los complejos problemas del país con el cultivo de hoja de coca y que al final decía: “No cultives la mata que mata”.

“La coca no mata porque, primero, es una planta y ninguna planta mata. Hay una confusión muy grande: la coca no es una droga. ‘No cultive la mata que mata’ significó para nosotros ‘No comercie con las galletas y con las bebidas que matan’. Nos vimos afectados porque mi hija renegó de su cultura, sintió miedo y preocupación y las ventas disminuyeron. El Estado debería más bien impulsar campañas en contra del clorhidrato de cocaína y toda su mafia”, dice Fabiola, quien desde hace 12 años viene elaborando productos a base de hoja de coca en su empresa Coca Nasa: galletas, bebidas energizantes y aromáticas.

Para Fabiola el fallo de la Corte contribuye de forma histórica al debate en contra de la  satanización de la hoja de coca, planta ancestral para las comunidades indígenas de Colombia.

En los vestigios arqueológicos de San Andrés de Pisimbalá (Cauca), en el Cerro del Aguacate hay una escultura de un hombre que tiene abultado el cachete con coca y una mochila que indica que los nasa (paeces) desde hace siglos cultivan y consumen la hoja de coca.

Fabiola explica que esta pelea en contra de la estigmatización de la hoja de coca viene de tiempo atrás. “La Convención de Estupefacientes de 1961 en Colombia daba facultades de uso de la hoja de coca a la compañía Coca Cola Company, mientras a nosotros nos impedía cultivar un palo. Ya en 1968 la Convención dijo que los usos tradicionales de los indígenas se tenían que respetar. Desde entonces nosotros nos agarramos de eso y estamos haciendo respetar la hoja de coca como un derecho fundamental nuestro”.
A pesar de la persecución, para la comunidad Nasa la hoja de coca es la vida, es la compañía. El hombre viudo se aferra a ella, es su mujer, duerme y sale a trabajar con ella. Las mujeres la cultivan para dárselas como suplemento alimenticio y como medicina a sus hijos.

Después del fallo de la Corte, Fabiola expresa con orgullo que su hija Amaranta le dijo: “Mamá ganamos, ganó la hoja de coca”.

*Natalia Herrera Durán | EL ESPECTADOR


sábado, 13 de noviembre de 2010

Asociación ambientalista de Belén de Umbría cumple diez años preservando la biodiversidad

Son diez los integrantes de esta asociación ambientalista
Hace diez años, un grupo de amigos decidió conformar una asociación que trabajara exclusivamente por el cuidado del medio ambiente. Fue así como técnicos y amantes del medio ambiente comenzaron con la difícil pero no imposible labor de fortalecer el amor por el medio ambiente en Belén de Umbría.
Según José Alzate representante legal de la asociación Asbelagua el apoyo de la Carder en este proceso de conformación y fortalecimiento del grupo ha sido muy importante.
“Con Carder ejecutamos un proyecto denominado Plan Ambiental Anual, el cual dio muchos resultados, y esperamos seguir trabajando con ellos”.
El grupo se ha concentrado en apoyar la labor educativa de carácter ambiental, elaboran vallas y carteleras informativas, entre otras actividades como dotar de elementos necesarios a diferentes grupos como los observadores de aves y los Amigos del Parque.
“También trabajamos en el Parque Municipal Santa Emilia, en la zona del Cerro del Obispo y Laguna de Piñales. La comunidad nos ha recibido muy bien sobretodo porque la gente ha visto muchos avances en lo que la asociación ha hecho”, agregó José Alzate.
Hace poco Asbelagua hizo las adecuaciones del Centro de Visitantes del Parque Santa Emilia con el fin de recibir quince visitantes que quieran conocer la riqueza presente en esta zona de Belén de Umbría.
“El Parque Municipal Natural Santa Emilia comenzó con 550 hectáreas y en este momento contamos con 1.080 hectáreas de área protegida. El Parque es el bosque mas  biodiverso del departamento, tenemos especies muy importantes en materia de plantas como la palma de cera, robles, entre otras especies de comino”, se refirió Alzate.
Gracias a la labor ambiental que se ha venido ejecutando en el municipio, en los últimos años, la biodiversidad se ha recuperado notablemente. Es así como los habitantes del área rural han observado venados, gallitos de roca, pavas y monos aulladores.
“Nos han reportado tres especies de venados, muchos gallitos de roca, tanto es así que tenemos un observatorio en donde las personas pueden observar entre 12 y 15 individuos de gallitos de roca. También tenemos tatabras, pavas, cuzumbos y al parecer hay un oso de anteojos, pueden ser especulaciones, pero es probable que sea verdad porque aunque nunca los hemos visto si hay rastros de ellos”, comentó Jose Alzate.

Cerca de 200 niños en zona rural de Balboa han aprendido a elaborar artesanías con material vegetal

Los pequeños artesanos entre los 8 y 15 años de edad pertenecen a las escuelas de las veredas: Tres Esquinas, La Quiebra, San Antonio y La Floresta
El proyecto de hacer un trabajo de sensibilización ambiental a partir de la elaboración de elementos artesanales con material vegetal de desecho, nació de la iniciativa de Jose Danois Montoya y Mario García López, un artesano del municipio.
“El proyecto lo presenté a la Carder, con Mario García López un artesano del municipio,  de manera voluntaria ya habíamos hecho un trabajo parecido, y vimos que esto le gustaba a los niños, además les podía servir para conseguir un recurso extra, fue así como conseguimos todo el apoyo por parte de la Corporación”, comentó José.
Jose Danois y Mario García se dieron a la tarea de buscar en varias escuelas de la zona rural de Balboa, pequeños interesados en iniciar un proceso artesanal, utilizando materiales del medio, combinados con productos de desecho, productos de compra y otro tipo de artículos.
“Finalmente encontramos a los niños y padres interesados en las veredas Tres Esquinas, La Quiebra, San Antonio y La Floresta. Niños y padres de familia de esta zona de Balboa, trabajaron incansablemente para elaborar con materiales de desecho, elementos de uso cotidiano”, comentó Jose Danois.
Para empezar, cada pequeño recibió once talleres en donde aprendieron a trabajar la guadua, el totumo, el bambú y el coco, combinados con elementos de bisutería, los cuales fueron transformados en lámparas, pulseras, aretes, collares, papeleras, porta-lapiceros, entre otros artículos de uso cotidiano.
“Para mostrar el trabajo de los niños hicimos una feria artesanal, inicialmente los niños no querían vender los productos porque era su primera muestra y querían dejarlos como recuerdo”.
El proyecto ha sido tan exitoso, que según Jose Danois, profesores de las 23 escuelas del municipio quieren unirse a este ejercicio artesanal: “a los profesores les gustó mucho el proceso. El proyecto ha continuado en otras escuelas donde se ha combinado el trabajo artesanal con el turismo municipal sostenible, del cual ya se han capacitado hasta el momento 150 niños”.

Desde ahora el control biológico se hará más cerca de los cultivos de cebolla

Desde hace diez años fue implementado en Guática el sistema de control biológico de la mosca doméstica debido a las constantes quejas de la comunidad ante la CARDER.
La presencia de la mosca en este municipio productor de cebolla era insoportable, lo cual obligó a la Corporación a tomar medidas que beneficiarán a la comunidad sin hacerle daño alguno al medio ambiente.
Con el tiempo se ha logrado un efectivo control biológico en el municipio con el uso de pequeñas avispas parasitoides que depositan sus huevos en las pupas de las moscas domésticas y no permiten el desarrollo y nacimiento de estas.
“En este momento estamos haciendo las adecuaciones del nuevo laboratorio para el control de la mosca. Lo positivo es que ya no vamos a tener que viajar de treinta a cuarenta minutos para llegar a los sembrados de cebolla para liberar a las avispas porque el nuevo laboratorio ya queda en medio del cultivo”, comentó César Augusto Velásquez una de las personas encargadas del laboratorio.
El sistema de producción de cebolla de rama en el Departamento de Risaralda, se encuentra ubicado en los municipios de Pereira, Santa Rosa de Cabal y Guática, ocupando un área de 438 hectáreas.

La alta proliferación de la mosca doméstica se ha asociado a varios factores, entre ellos al uso indebido de la gallinaza como fertilizante de la cebolla de rama, al manejo inadecuado de residuos sólidos y a un alto porcentaje de viviendas con porcinos y aves de corral.

Esta situación que por muchos años se convirtió en un problema de salud pública, quedó en el pasado, dado que las moscas son portadoras de muchas enfermedades asociadas con la diarrea y la gastroenteritis.

Sendero florido: principal atractivo del Parque Natural Agualinda de Apía

Junta de acción de vereda Agualinda creó Fundación para asegurar administración del Parque
Desde hace ocho años, una trabajadora mujer vive con su hijo en el Parque Natural Agualinda en Apía (Risaralda). Desde entonces, se ha dedicado a solo una cosa: sembrar flores y árboles nativos.
“Sembramos plantas de la región como siete cueros, heliconias, cartuchos y plantas ornamentales”, agregó Maria Fabiola quien también se desempeña como la presidente de la junta de acción comunal de la vereda Agualinda.
Las mujeres de la vereda aprovechan sus ratos libres para sembrar y cuidar de los jardínes del parque, además comparten sus conocimientos en culinaria y manualidades en el kiosco del Parque Agualinda.
“Todos trabajamos en equipo, porque queremos que los visitantes que han venido regresen y los que no conocen se animen a venir”, comentó Maria Fabiola.
Según doña Fabiola como la llaman en la vereda, su abuelo fue fundador de la vereda, razón por la cual nació allí y es por eso que su amor y sentido de pertenencia ha ido creciendo con el tiempo.
“Yo quiero mucho el parque, por eso yo le llamo: mi parque, porque lo cuido como si fuera mío”.

Aprendamos sobre…La Guadua

Su nombre científico es Guadua Angustifolia kunth (reclasificación hecha por F.A McClure Genera of Bambus Native of the New World).
Estas denominaciones se emplean para designar Bambúes del tipo gigante, ya que los más delgados se les llama simplemente Bambús. Se le llama también “Yaripa” en la Amazonía, “Guafas”, “Caña de Guayaquil” ó “Paca”. En Argentina “Tacuara”; en Brasil “Tabocas”.
La guadua forma parte de nuestra cultura. La utilizamos para construcciones, artesanías, industrias y en el campo como material para cercas, corrales, andamios, acueductos y muchos otros usos.
Los guaduales tienen efectos protectores sobre los suelos y las aguas de las microcuencas. Con su sistema entretejido de raíces contribuye a la recuperación y conservación de los suelos, pues amarra el suelo en las laderas de tal forma que evita la erosión.
La guadua es una especie muy importante y su acción es reguladora de la cantidad y calidad de agua, que devuelve a su caudal en épocas normales a secas.
La conservación de la guadua como un recurso natural de mucha utilidad depende en alto grado del buen aprovechamiento que de ella hagamos.

Guardabosque del Parque Municipal Natural Planes de San Rafael en el pasado se dedicó a la cacería

Según Ovidio Ledesma, los talleres de educación y sensibilización ambiental le ayudaron a cambiar

Muy temprano en las mañanas, Luis Ovidio Ledesma se levanta para regar las plantas que tiene en el hibernadero con las que se pretende, cuando hayan crecido más, llevarlas al bosque para contribuir con la reforestación de especies que se encuentran en peligro.

Hace 25 años, este hombre también madrugaba pero a otras prácticas no muy sanas para el medio ambiente. Desde muy pequeño su padre le enseñó a cazar y talar lo que viera a su paso.

“Mi papá nos enseñó a talar y a buscar en el monte lo que necesitábamos para echárselo a la olla, yo no sabía que con eso le estábamos haciendo un gran daño al medio ambiente, fue ahí cuando tuve mi primer acercamiento con la autoridad ambiental, un día que talé una ladera”, agregó Luis Ovidio.

A partir del primer llamado de atención que la autoridad ambiental de ese entonces le hizo a don Ovidio, comenzó a asistir a diferentes talleres de educación ambiental.

“Yo llegué a cazar guaguas, pavas de monte, cuzumbos, armadillos, osos perezosos entre otros. Yo ya conocía lo que tenía a mi alrededor pero no lo interpretaba, gracias a la Carder he aprendido a interpretar lo que hay en mi entorno, a cuidar las especies y a valorar lo que hay”.

Hoy, Luis Ovidio Ledesma es el presidente de la junta de acción comunal de la vereda Planes de San Rafael y también se desempeña como guardabosques del Parque Municipal de la misma vereda. Él le da gracias a la Carder por darle la oportunidad de ser el administrador de este bello lugar y a sus hijos por enseñarle más de educación ambiental.

“Gracias a la educación ambiental que le han dado a mis hijos en el colegio he aprendido a cuidar más mi entorno. Mi hija tiene veinte años y el otro es menor y a su edad ninguno de los dos ha tocado una cauchera”.

Luis Ovidio ya está viendo el resultado de su esfuerzo en el Parque. Según él, hace poco pasó cerca de la sede del Parque un venado, especie cuya presencia en el lugar era solo un rumor.

“Estamos haciendo un monitoreo de los animales que hay en el Parque, como por ejemplo el venado, el loro orejiamarillo, el mono de noche, el pato de torrente, especie indicadora de agua limpia de los cuales hemos encontrado ocho individuos. El gallito de roca también lo hemos visto, al igual que la nutria”, comentó Luis Ovidio.

Por último Luis Ovidio añadió: nosotros debemos valorar lo que tenemos, hay países que no tienen nuestra diversidad y hoy en día me siento orgulloso de ser parte de la autoridad ambiental que vela por el agua de los santuareños y por el equilibrio en el medio ambiente.

Anthony Guerrero: El Dragonenante vallenato


Cada mes una voz vallenata despierta a las mujeres internas de La Cárcel La Badea de Dosquebradas: ¿buenos días buenos días...cómo están? Es Anthony Guerrero más conocido como ‘El guerrero Vallenato’, un dragoneante poco convencional que encontró en este género musical un medio para escribir sus mensajes a las personas que, por una u otra razón, perdieron la libertad y hoy se encuentran en un centro penitenciario.

Anthony comenzó cantando en su pueblo natal, Riosucio (Caldas). Su vena artística se la debe a su madre, Maria Angélica Guerrero, quien cantaba con una hermana en las fiestas familiares. A los nueve años, Anthony se subió por primera vez a un escenario: el del Instituto Los Fundadores donde deleitó a sus compañeros de clase con la canción ‘La Luna y el Toro’, del español Carlos Castellano Gómez

“Siempre me gustó cantar, sobretodo en las reuniones familiares. Puedo decir que mi madre fue mi maestra, ella me enseñó a ser afinado y a escribir mi propia música. A partir de la caja vallenata compongo mis canciones”,  cuenta Anthony.

A la cárcel

En la cárcel de máxima seguridad La Picota de Bogotá obtuvo su primer trabajo como guardián del Inpec. Su amor por la música no le permitió quedarse solo para vigilar celdas y empezó a buscar otras opciones. Se desempeñó como coordinador de las actividades culturales y fueron sus amigos, los hombres que se encontraban internos en este centro penitenciario, quienes lo acompañaban en el coro de la canción ‘El Valor de la Libertad’, de su autoría. Esta canción la cantaron por primera vez en el programa de televisión ‘Cuánto Vale su Actuación’, en 1983.

“El Valor de la Libertad empieza:

...metido en esta celda como siempre preferiblemente ser un mendigo
pero mi deshonra cambó mi suerte hoy me somete a estar en un presidio,
ausente de mi esposa y de mis hijos, de mi madre y de todos mis amigos,
ante la sociedad soy un residuo que se echa la basura por fastidio...

Entonces entraba un coro que me lo hacían los internos, el cual decía:

...cuánto puedo ganar teniendo mi libertad”, recuerda con nostalgia.

Sus fieles seguidores

Hace dos años, este ‘Guerrero Vallenato’ decidió grabar su primer trabajo discográfico. Su experiencia de 23 años como dragoneante y una mujer que conoció en la cárcel de La Badea de Dosquebradas, le sirvieron de inspiración para escribir diez temas musicales que están en el disco compacto.

“Yo tomé la decisión de grabar mi primer disco cuando llegó una interna que mató al esposo. A partir de esa historia escribí ‘Pagaré mi Error’, lo que pretendo con este tema es sensibilizar a las parejas, para que dialoguen antes de irse a actos violentos”, dice el artista.

Para Anthony, el componer vallenatos y cantarlos lo hace feliz, pero lo más importante es que puede brindarles un poco de alegría a las internas del penal de Dosquebradas. De las ganancias de las ventas de cada uno de sus discos, destina el 20 por ciento para la compra de chocolatinas, bombones y galletas y, cada mes, al son de un vallenato les endulza la vida a las 280 mujeres que están allí pagando penas.

El ‘Guerrero Vallenato’ desea que su obra social no se quede encarcelada y salga a otros centros penitenciarios del país. “Así como llego saludando, también me despido de la misma manera y les digo a las internas: ¿que tengan un día qué? Y ellas me contestan: ¡diferente! , por eso todas me llaman el hombre diferente”.

En medio de los aplausos que salen de entre las rejas del penal, Anthony se despide de sus 280 seguidoras. La cita para el canto será de nuevo en un mes.  La cita con las historias que lo inspiran es de todo los días, pues cada día de trabajo se entera de los dramas con los que llegan  cada una de estas mujeres.